¡Premio a la hipocresía mundial!   Mientras en los hospitales cubanos faltan jeringuillas, analgésicos y hasta agua corriente, la Dictadura celebra con bombo y platillo la elección de Cuba como miembro del Comité General de la Asamblea Mundial de la Salud, un órgano de la OMS.   El Ministro de Salud del régimen, José Ángel Portal Miranda, no perdió tiempo en declarar con su habitual cinismo: "Reafirmamos el compromiso histórico con la salud universal y la cooperación solidaria, en cualquier rincón del planeta".   ¿Salud universal? ¿Cooperación solidaria? ¿Será en otro universo? Porque en Cuba, conseguir un médico que te atienda sin tener que llevarle desde el algodón hasta el antibiótico, es un milagro médico en sí mismo.   El lema de este año es “Un mundo unido por la salud”, pero en la isla, lo que hay es un pueblo unido por la desesperación, la escasez y el abandono.   La dictadura continúa exportando médicos mientras importa miseria. Celebran títulos y cargos vacíos, mientras el pueblo sufre un sistema de salud en ruinas.   © LaTijera