¿Y si la dictadura castrista nunca hubiera llegado al poder en 1959?   Imagina una Cuba donde el progreso no fue interrumpido por décadas de represión, censura y miseria. Una Habana que siguió creciendo como una de las ciudades más modernas y cosmopolitas de América Latina, con rascacielos, arte libre, industrias innovadoras y una clase media pujante. Un país con libertad de prensa, elecciones democráticas, oportunidades para los emprendedores, y familias que no tuvieran que huir en balsas para buscar un futuro.   Cuba tenía todos los ingredientes para ser una potencia del Caribe: talento humano, recursos naturales, ubicación estratégica y una cultura vibrante. Pero en 1959, el totalitarismo detuvo el reloj del desarrollo y sumió a la isla en décadas de estancamiento y exilio.   Hoy podríamos ser como Puerto Rico, como España, como Chile… pero nos tocó vivir bajo un régimen que priorizó el poder sobre el pueblo.   Soñar con la Cuba que pudo ser no es nostalgia: es un recordatorio de lo que aún podemos construir si recuperamos la libertad.   © LaTijera